jueves, 19 de julio de 2012

Necesito...


Mirarte a la cara y decirte que eres lo más hermoso que he visto nunca.

Perderme más a menudo en tu mirada disfrutando de cada gesto de tu sonrisa.

Recuperar el tiempo perdido.

No comerme la cabeza con quizás y aprender que, muchas veces, no hay nada como soñar despierto.

Y vivir esos sueños, que no se queden en la cama.

Ser sincero sabiendo que hace tiempo que no estoy solo y que debo empezar a pensar en "nosotros" y ya no en "tú" y "yo".

Dejar de idealizar el mundo y trabajar en él, cambiarlo, aprendiendo de él sin que me cambie.

Buscar tus abrazos y cada roce perdido; tus sueños y silencios y esas horas en las que basta con la compañía y en la que sigues creciendo, estudiando y aprendiendo, moviéndote en el mundo por tu cuenta sin olvidar que estamos para cuidarnos las espaldas.

Y aceptar el pasado, saber que no se puede cambiar lo vivido y abrir caminos nuevos con nuevas experiencias; respirar. Y todo esto sin olvidar que aunque el pasado ya ha sido, la gente no deja de crecer, no deja de cambiar, y salvar esos "te quiero" no dichos y compartidos.

Y dejar de llenar mis maletas de "por si acasos", y encontrar hueco para nuevas experiencias y personas, para lo que realmente valoras, para lo que de verdad voy a necesitar. Y es que vale más una mochila ligera con la que caminar deprisa que una maleta que te ate, perdiendo oportunidades.

Dejar de perder el tiempo con nimiedades y empezar a costruir mi vida, olvidarme de laberintos y noches sin luna y utilizar mi propio fuego para decidir el camino.

Disfrutar ese camino y no solo la meta, y que mi propia curiosidad me lleve a encontrar la belleza en el mundo.

Y no atarme a mis propios dogmatismos por muy razonados que sean; y es que la vida cambia tanto que lo que antes era negro ahora es gris.

Necesito...

Necesito dejarme de pajas mentales y buscarte, luchar por cada roce y caricia, por que haya más que un roce de nuestros labios y cuatro palabras bonitas, porque la próxima vez que nos encontramos y me tapes los ojos preguntándome por tu nombre, sepa callar y besarte, olvidarme de formalismos y lanzarme jugando todas las cartas en ese sueño. Necesito luchar por ti, Mujer de Ojos Negros, y poder decir, incluso en el peor de los casos, que di todo de mí y supe enfrentarme al miedo y caos que son mis emociones, que no quedó en mí.

Vistas de página en total