martes, 20 de diciembre de 2011




Hoy es un buen día. Estoy en el Starbucks de Alonso Martinez con una tasa de chocolate caliente y villancicos sonando de fondo. Entre la música el local y una pareja de bailarines espontáneos, me he sentido transportado a Nueva York. Ha estado genial, una pareja cualquiera de americanos ha entrado por la puerta, dejado sus cosas en una mesa próxima a la mía y, a ritmo de la música, se han puesto a bailar con una gran sonrisa. No tendrían más de veinticinco años, y sin embargo había verdadero amor en sus gestos, sobretodo en ese beso final tras la actuación. Me ha llegado, realmente me ha llegado esa muestra espontánea de afecto en la que se han olvidado del mundo y se han dejado llevar.
Hoy me apetecía hablar justamente de cierta conversación relativa a la navidad, pero con semejante espectáculo no podía evitar mencionar a esta pareja; me han robado el corazón durante un instante con su espíritu navideño, esa magia que se refleja solo en el sentimiento, motivada por la música y decoraciones, sí, pero únicamente como vehículo para expresar nuestras emociones.
Curiosamente el tema que iba a comentar era sobre el espíritu navideño, una pequeña jugarreta a la hora de expresarme que me ha jugado Twitter con sus ciento cuarenta (140) caracteres. Y es que al recortar las frases e ideas para que quepan en ese espacio, se pierde mucho contenido, pero en fin, vayamos a ello, que si no me enrollo hablando de como el chico está tarareando los villancicos.
Todo ha empezado con una frase inocente tweet que llevaba en la cabeza durante horas <<Me parece triste que la gente crea que “hay que estar feliz en navidad”, la navidad es una excusa para valorar lo que tenemos en familia>>. Desafortunado uso de la palabra “Excusa”… a decir verdad habría estado mejor reemplazarla por “oportunidad”, pues aunque el significado apenas varía, la forma de entenderla sí que se vio seriamente afectada. En el fondo creo que todo fue culpa de esta palabra, la cual lideró una serie de catastróficas desdichas que terminaron con algo que me despertó bastante pese a lo temprano de las horas.
¡Cínico! ¡Me llamaron cínico! (…) bueno, vale, eso no es habitual, pero podría esperármelo, la cuestión es que me han llamado cínico en cuanto a los “sentimientos naturales”… ¡hablando sobre la navidad! A lo mejor me equivoqué al sorprenderme por eso de que los “sentimientos naturales” sean algo distinto a los “sentimientos a secas”… pero no creo, pues por mucho que lo intente, no consigo encontrar “sentimientos no naturales”, pues aunque los finjamos, estos falsos sentimientos siguen siendo eso, sentimientos… así que sí, este amante de la navidad, del espíritu hogareño y esperanzado que reprime lágrimas de alegría al ver los anuncios de navidad de Coca-cola, es un cínico en sentimientos sobre la navidad… o al menos de eso se me acusa.
Lo triste del asunto es que me manifestaba ante el “sentimiento de obligación” que tiene la gente ante navidad, cuando el propósito de esta es sencillamente recordar lo que tenemos, reunirnos con nuestros familiares, disfrutarlos, quererlos y vivir esta unión en familia, sentir la esperanza de que, pase lo que pase, en familia, ayudándonos entre nosotros, amando al prójimo, todo saldrá bien…
<<El belén y las luces, la nieve y villancicos no son más que un adorno para el sentimiento de unidad y cariño, para esa esperanza propia de navidad>> probablemente me equivoqué con las palabras, pero al menos la intención era afirmar que, aunque las lucecillas, villancicos y de más sea precioso y parte del ambiente, no son lo importante, lo importante es estar con la familia, disfrutarla, vivir esas fechas con ellos y por ellos; profundizar más allá de lo estético, por muy bonito que sea. Incluso formulé la pregunta <<¿A que es mucho más bonito un regalo envuelto en papel brillante que solo el objeto debajo del árbol?>>, con la cual pretendía hacer una metáfora, bastante desafortunada por lo visto porque no supo hacerse entender, que ejemplificaba el que, si entregamos algo de valor (no digo ya económico sino sentimental por la intencionalidad del regalo), normalmente lo envolvemos en papel de regalo, en alguna bolsilla mona o un sobre bonito para que sea incluso más agradable a la vista. Cuántos no nos habremos emocionado con esos lazos de fantasía y papel de colores que, aunque no durase más de cinco segundos en nuestras manos, le daba más emoción al “abrir el regalo”.
Si es que ciento cuarenta caracteres dan para poco, son divertidos cuando queremos gritar algo al viento, pero para una disquisición ideológica o filosófica se quedan cortos, sobretodo cuando intentamos sonar objetivos en un tema tan personal. Queriendo decir que el chocolate caliente y los adornos de navidad son parte del rito que nos lleva a disfrutar el sentimiento en familia, que la magia de la navidad está en los sentimientos que tenemos para con otros y que lo material no es más que un accesorio para poder expresar nuestra alegría, fui tachado de cínico. Tendríais que haber visto mi cara, sobretodo cuando la noche anterior me tiré viendo anuncios viejos de Coca-cola (mis favoritos), rememorando esos años en los que los vi tirado en la cama de mis padres.
Pero parece que las palabras me han traicionado, o al menos las horas y neuronas además del multitasking este tan famoso en el que suelo escudarme cuando no le presto realmente atención a algo. En cualquier caso, lección aprendida, no me ceñiré a los ciento cuarenta caracteres cuando pretenda explicar sentimientos o ideas largas o complejas, pues para esto tenemos los blogs. ¿Vosotros creéis que realmente me he explicado tan mal? Yo espero que sea solo causa de la falta de sueño de ambos conversadores y las horas intempestivas a las que nos despertamos. Sin más preámbulos me despido, que tengo que ir a por los últimos regalos de mi lista. ¡Feliz Navidad a todos!

2 comentarios:

  1. Hahahaha no te has explicado mal, yo al menos te he entendido perfectamente. Pero claro, depende mucho de la persona que lo lee y en el tono que lo entiende. Pero sí, para eso están los blogs, para extenderse lo que uno necesita. Me ha encantado lo que has contado de la pareja en el primer párrafo, adorable :) ¡Feliz Navidad para ti también!

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  2. Completamente adorable ^^
    Además, es de esto que no te lo esperas en absoluto xDDD Completamente natural y espontáneo, lo cual me robo el corazón ^^

    Gracias por el coment, y a ver cuando me doy tiempo para comentar tus entradas tb^^ Bss!

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